Unos novios sin vino, sin provisiones... con preocupaciones.
Ellos y los sirvientes estaban preocupados, a mitad de fiesta no queda vino, y no hay nada que ellos puedan hacer.
¿Te pasa eso a ti? A mi me pasó. Sabía que quería casarme, teníamos fecha y restaurante. Pero las provisiones no llegaban, así que solo quedaba una opción: CONFIAR.
Jesús hizo el milagro en Canaan, y convirtió el agua (algo sin valor aparente) en el mejor vino que el maestresala había probado nunca.
No te angusties, saldrá una boda perfecta, y si te quedas más tranquila/o, buscamos maneras de tener una buena boda... ¡Con pocos recursos!
UP por el post!
ResponderEliminarGracias Elena!
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